Los volcados siempre son una gran idea: muy sencillos de preparar y absolutamente deliciosos, son excelentes cuando tenemos fruta fresca extra que necesitamos gastar. Me gusta prepararlos en una sartén de hierro porque de esta manera podemos trabajar el topping a fuego directo y luego nada más meterlos al horno.
Ingredientes para el topping
1 barra de mantequilla sin sal
⅔ de taza de azúcar crudo Zukra
3 tazas de fruta de temporada cortada en cubos (puede ser mango, fresa, manzana criolla, manzana de agua, melocotón, banano, naranja en rodajas, piña, guayaba… lo que tengas a la mano)
Ingredientes para el queque
1 barra de mantequilla sin sal
⅔ de taza de azúcar crudo Zukra
1 cdita de esencia de vainilla
2 huevos grandes
½ taza de natilla o yogurt natural
1 ½ tazas de harina todo propósito
1 cdita de sal
1 ½ cdita de polvo de hornear
½ cdita de canela en polvo
Para preparar, precalienta tu horno a 350 f.
Derrite la mantequilla a fuego lento en una sartén de 9 pulgadas. Añade el azúcar y revuelve para que se deshaga en la mantequilla. Coloca la fruta y, sin moverla, déjala cocinar a fuego muy lento durante unos 10 minutos, mientras preparas la mezcla del queque.
Crema la mantequilla con el azúcar durante varios minutos y recuerda que el azúcar crudo tiene un grano más grueso, por lo que este proceso va a demorar un poquito más. Añade los huevos uno a uno, la canela y la natilla. Mezcla por separado los ingredientes secos en una taza, y agregalos lentamente a la mantequilla cremada, sin batir mucho, solo lo necesario para que se incorporen bien.
Retira la sartén del fuego y, con una cuchara, ve distribuyendo la mezcla de queque por encima de la fruta con cuidado. Con una espátula puedes aplanar y distribuir mejor, de manera que toda la fruta quede cubierta. Hornea por 25-30 minutos, hasta que el queque esté doradito. Retira del horno y déjalo reposar durante 5 a 10 minutos antes de volcarlo en un plato. Puedes servirlo tibiecito con una cucharada de helado de vainilla por encima.
