El maduro es uno de los ingredientes más ricos y versátiles que podemos encontrar en nuestros mercados locales: lo encontramos en postres, frito, horneado con queso, acompañando un casado, en miel, en pasteles dulces y salados… hay montones de posibilidades.
En San José, hay un famoso pastel de maduro con frijoles y queso al que las señoras llaman “pionono”. El pionono tiene muchas versiones y presentaciones dependiendo del lugar en el que tu abuelita se crió. En mi casa, por ejemplo, no hacemos un pastel sino una empanada rellena, que tiene casi la forma de un enyucado, y se cocina en aceite en vez de horneada.
En cualquiera de los casos, el maduro tiene una particularidad: antes de cocinarlo para usarlo en otros platos, asarlo al horno y a la brasa dentro de su cáscara le da un sabor muy especial. Vamos a preparar la versión de empanada, que es deliciosa y sirve como acompañamiento para el café de la tarde pero también como parte de un plato fuerte.
