
El famoso volcán de chocolate (“molten cake”).
Dificultad: baja Tiempo de preparación: 20 minutos Rinde: 4 porciones
INGREDIENTES:
110 gramos de mantequilla con sal, cortada en cuadritos, y un poquito más para barnizar los ramequines
4 cucharadas de cacao amargo en polvo, y un poquito más para empolvar los ramequines
170 gramos de chocolate 70%
2 cucharadas de Zukra
2 huevos grandes
2 yemas de huevo extra
110 gramos de mantequilla con sal, cortada en cuadritos, y un poquito más para barnizar los ramequines
4 cucharadas de cacao amargo en polvo, y un poquito más para empolvar los ramequines
170 gramos de chocolate 70%
2 cucharadas de Zukra
2 huevos grandes
2 yemas de huevo extra
PREPARACIÓN:
Primero, vamos a precalentar el horno a 425°F. A continuación, vamos a alistar los moldes: elegí unos ramequines resistentes al calor, de unas 6 onzas de capacidad. A los ramequines les vamos a pasar mantequilla con los dedos, cuidando que queden perfectamente engrasados, y les vamos a agregar el cacao en polvo, golpeando cada ramequín como si estuviéramos “enharinando”. Igual que en ese proceso, vamos a sacudir el exceso de cacao de los moldes. Reservamos.
En una olla pequeña vamos a derretir la mantequilla y el chocolate 70% a fuego bajo, retirando del calor cuando todavía queden pequeños trozos de ambos ingredientes enteros. Retiramos del calor y batimos con un batidor de mano para que todo se termine de derretir e incorporar. Asegúrate de seguir estos pasos: te van a garantizar que la mezcla no esté muy caliente cuando le agregues los demás ingredientes. Añadí el azúcar, los huevos y las yemas y a batir. Podés contar cada vuelta con el batidor de mano: yo le doy entre 20 y 25. Esto te va a dar como resultado una mezcla lustrosa, muy sedosa y brillante. Agregá las 4 cucharadas de cacao en polvo y revolvé hasta que todo esté bien combinado. Ahora vamos a dividir la mezcla en partes iguales entre los 4 ramequines previamente engrasados, y llevamos al horno de 7 a 9 minutos (7 minutos te darán unos volcanes muy derretidos en el centro, más de ese tiempo los va a cocinar por completo.
Retiramos del calor y dejamos reposar en un rack de enfriar galletas durante 1 minuto. Con guantes resistentes al calor, vamos a desmoldar. Cubrimos el ramequín con un plato de postre y le damos vuelta rápidamente. Vamos a contar hasta 10 y a levantar el ramequín para que el quequito se desmolde. Hacemos lo mismo con los restantes y servimos de inmediato, con una cucharada de crema batida o helado, y si gustas, algunas frutas frescas.
Si querés preparar la mezcla con anticipación y mantenerla refrigerada, la tenés que refrigerar ya en los moldes. La podés pasar directamente del refri al horno, y nada más tené en cuenta que va a necesitar al menos 1 minuto adicional en el horno para cocinarse bien.
Ya tenés a la mano uno de los secretos mejor guardados de la cocina, y estoy segura que la persona a la que se lo preparés va a estar sorprendida y feliz.
Primero, vamos a precalentar el horno a 425°F. A continuación, vamos a alistar los moldes: elegí unos ramequines resistentes al calor, de unas 6 onzas de capacidad. A los ramequines les vamos a pasar mantequilla con los dedos, cuidando que queden perfectamente engrasados, y les vamos a agregar el cacao en polvo, golpeando cada ramequín como si estuviéramos “enharinando”. Igual que en ese proceso, vamos a sacudir el exceso de cacao de los moldes. Reservamos.
En una olla pequeña vamos a derretir la mantequilla y el chocolate 70% a fuego bajo, retirando del calor cuando todavía queden pequeños trozos de ambos ingredientes enteros. Retiramos del calor y batimos con un batidor de mano para que todo se termine de derretir e incorporar. Asegúrate de seguir estos pasos: te van a garantizar que la mezcla no esté muy caliente cuando le agregues los demás ingredientes. Añadí el azúcar, los huevos y las yemas y a batir. Podés contar cada vuelta con el batidor de mano: yo le doy entre 20 y 25. Esto te va a dar como resultado una mezcla lustrosa, muy sedosa y brillante. Agregá las 4 cucharadas de cacao en polvo y revolvé hasta que todo esté bien combinado. Ahora vamos a dividir la mezcla en partes iguales entre los 4 ramequines previamente engrasados, y llevamos al horno de 7 a 9 minutos (7 minutos te darán unos volcanes muy derretidos en el centro, más de ese tiempo los va a cocinar por completo.
Retiramos del calor y dejamos reposar en un rack de enfriar galletas durante 1 minuto. Con guantes resistentes al calor, vamos a desmoldar. Cubrimos el ramequín con un plato de postre y le damos vuelta rápidamente. Vamos a contar hasta 10 y a levantar el ramequín para que el quequito se desmolde. Hacemos lo mismo con los restantes y servimos de inmediato, con una cucharada de crema batida o helado, y si gustas, algunas frutas frescas.
Si querés preparar la mezcla con anticipación y mantenerla refrigerada, la tenés que refrigerar ya en los moldes. La podés pasar directamente del refri al horno, y nada más tené en cuenta que va a necesitar al menos 1 minuto adicional en el horno para cocinarse bien.
Ya tenés a la mano uno de los secretos mejor guardados de la cocina, y estoy segura que la persona a la que se lo preparés va a estar sorprendida y feliz.
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