Palmito. Otro ingrediente que mucha gente piensa que crece en latas en el campo. Por cosas de la evolución de nuestra gastronomía, al palmito le conocemos tres propiedades: sirve para preparar un picadillo exquisito, que muchas veces nos topamos en rellenos de empanadas durante Semana Santa, en esa bomba de arroz con crema dulce y montones que queso que metemos al horno en ocasiones especiales, y también en ensaladas o “cocteles” con camarón.
A veces, gente muy “arriesgada” lo pone en un antipasto, pero como todos los ingredientes, la verdad es que el palmito sirve para más: es rico en sopa, en guisos “aguados”, como relleno de panes, y más. Este dip es muy rico y si tenés cocina de gas, te recomiendo cocinar el palmito directamente al fuego, como cuando vas a pelar un chile dulce, para que agarre el ahumadito. No te vas a arrepentir.
Si no tenés esa posibilidad, podés sancocharlo a fuego lento en poca agua, con tapa, hasta que suavice, o cocinarlo en el horno también hasta que se ponga suavecito. Lo podés servir como centro de mesa con chips o tostaditas, usarlo para untar en sanguchitos, o usarlo como base de un aderezo de ensalada.
