El arracache es uno de esos ingredientes que muchas personas no saben ni cómo se ve en la mata. Lo conocemos en picadillo, que es la forma más tradicional de comerlo, pero no nos imaginamos el tubérculo del cual se saca ese picadillo, cuyas hojas también son comestibles y muy nutritivas.
Pensar en hacer ese picadillo ya de entrada a mucha gente le da pereza, porque hay que lavar en arracache con sal, para ayudarle a deshidratar, y luego literalmente meterlo en una funda de almohada y echarlo a escurrir a la secadora de ropa.
En muchísimas casas ya ni siquiera hay lavadora de dos tanques como las de antes, y eso complica mucho la cosa. Pero bueno, lo cierto que es que si salimos de la meseta central, nos vamos a encontrar con grandes sorpresas: en algunas zonas de la costa Pacífica, el arracache se come “caldoso”, achiotado y con pescado o mariscos. Y en otras partes del país se usa para preparar sopas.
Te recomiendo comenzar a integrar este tubérculo a tu dieta, especialmente si padeces de gastritis o anemia: es de muy fácil digestión y posee cantidades significativas de fósforo y magnesio, que ayudan a fortalecer el sistema inmune.
Para preparar una cremita, te doy un par de opciones: puedes utilizar algún caldo que ya tengas en la refri (de pollo o marisco, que tal vez te quedó de la cocción de alguno de esos ingredientes), o preparar un caldo de vegetales en el cual podés incorporar de una vez el arracache crudo.
Ingredientes (para 8 porciones)
Para el caldo:
2 cucharadas de aceite
1 puntita de cucharada de achiote
1 cabeza de ajos pelada y limpia
1 cebolla grande pelada y cortada en trozos medianos
1 rama de apio limpia
1 rama de tomillo y otra de orégano
½ kilo de arracache lavado y pelado (podés usar el que venden en la feria, que ya viene listo para picadillo, como está cortado fino, se cocina más rápido.
2 litros de agua
Para la crema:
1 taza de leche de coco (también podés usar leche de vaca, o hacer la crema solo con el caldo).
1 cucharadita de Zukra Baja en Calorías
Sal y pimienta al gusto
Preparación
En una olla grande, vamos a sofreír a fuego alto los ajos, la cebolla, el apio, el tomillo y el orégano, junto con el achiote. Removemos constantemente para que no se pegue, pero vamos a dejar que los ingredientes se vayan quemando un poquito, para darle un mejor sabor al caldo. Pasados unos 5 minutos, agregamos el arracache y seguimos moviendo durante otro ratito. Luego agregamos el agua, bajamos el fuego y tapamos la olla. Vamos a cocinar a fuego medio durante 30 minutos, para que el caldo se reduzca un poquito y agarre todos los sabores.
Para preparar la crema, vamos a retirar el caldo del fuego. Sacamos las ramas de tomillo y orégano de la olla, y lo demás lo pasamos por la licuadora a poquitos, con cuidado de no quemarnos. No llenes la licuadora hasta arriba: es mejor hacer varias tandas, ya que las comidas calientes cuando se licuan tienden a pringar y podrías quemarte. Cuando ya tenemos todo procesado, lo colocamos al fuego en una olla, y ahora sí, agregamos la leche de coco, la Zukra, y procedemos a salpimentar al gusto. Dejamos a fuego bajo hasta que alcance el hervor, probamos para rectificar la sal y listo: ya podemos servir.
Podés ponerle unas hojitas de culantro para decorar, y acompañarla con tostadas de pan con ajo o una ensaladita verde.
