Esta receta es un poco más sencilla, pero igualmente increíble y deliciosa. El secreto está en conseguir las chuletas adecuadas, y para eso no hay mejor aliado que un carnicero de confianza.
En la carnicería que más te guste, puedes pedir de previo que te corten las chuletas del grosor que las vas a necesitar (2 dedos), y que les dejen el hueso. Vamos a hacer un marinado de salmuera, que igual requiere de dos días de reposo y una noche en seco dentro de la refri.
Para el marinado, necesitamos:
1 litro de agua
1 ½ cucharadas de Zukra
1 ½ cucharadas de sal
40 ml de sirope de Maple (opcional)
Para cocinar las chuletas, vamos a necesitar:
1 cucharadita de aceite de girasol
2 ramas de romero fresco
1 cucharada de mantequilla
Para hacer el marinado, vamos a entibiar el agua (esto nos ayudará a disolver la sal y el azúcar de manera más sencilla), y agregamos el sachet de especias. No es necesario hervir, solamente calentar y remover para que la sal y el azúcar se deshagan por completo. Vamos a dejar que el líquido se enfríe antes de colocar las chuletas.
Para el sachet:
1 cdita de pimienta negra en grano, 1 cdita de semilla de mostaza, 1 cdita de semilla de apio. Salteamos en sartén sin grasa, envolvemos en manta de colar y amarramos con manila. Lo agregamos al marinado.
Vamos a colocar la carne en un recipiente grande, etiquetado con la fecha, y la cubrimos con el marinado. La dejamos en reposo, tapada, durante 48 horas.
La noche antes de cocinar las chuletas, las sacamos del marinado (descartamos el líquido, no se puede volver a usar), y las secamos con toalla de papel. Las dejamos reposar en un plato sobre toalla de papel, descubiertas, durante toda la noche.
Cuando estemos listos para cocinar, precalentamos el horno a 375°F. Si tenés una sartén de hierro colado, la podés precalentar en el horno para cocinar la carne directamente ahí.
Cuando la sartén esté caliente la sacamos del horno, con cuidado de no quemarnos, y la ponemos en la cocina a temperatura media alta. Añadimos 1 cucharadita de aceite de girasol y ponemos las chuletas. Las vamos a presionar con la mano, bien duro, sobre la superficie caliente, para que la grasa comience a caramelizar al contacto con el calor y la carne se selle. Después de minuto y medio, le damos la vuelta a las chuletas y las dejamos cocinar por el otro lado durante 30 segundos más. Si estás cocinando en la sartén de hierro precalentada, nada más la llevas directamente al horno. Si estás usando una sartén normal, transferí las chuletas a una bandeja y las pasas al horno, pero reserva la sartén “sucia” con la grasa de la carne para usarla de nuevo para el baño.
Vamos a cocinar durante 12 minutos.
En la sartén, vamos a añadir las dos ramas de romero y la mantequilla, dejamos derretir y con una cuchara comenzamos a bañar las chuletas con esta grasa perfumada. Podés buscar en internet videos sobre este proceso, que en inglés se llama “basting”. Es muy sencillo pero va a elevar por completo la calidad de tus carnitas.
Removemos las chuletas de la sartén y las dejamos reposar durante 5 minutos antes de servir. Contános en los comentarios del posteo que viste de esta receta, con qué acompañamientos te comerías este cortecito para antojarnos juntos.
