En abril se encienden muchas cocinas de leña en las zonas rurales de nuestro país. Es un evento social importante que gira en torno a la Semana Santa y sirve para “ahorrar” gas o electricidad en las casas en las que se preparan cajetas de coco, papaya verde o zanahoria, porque además las mieles siempre quedan más ricas con el saborcito ahumado de la leña. Es una época especialmente calurosa del año, que se refresca a punta de refrescos de frutas y granos previamente hervidos con canela y clavos de olor (piña con cebada, naranjilla con arroz).
Las comidas que se sirven en muchas casas durante estos días son sencillas, deliciosas y casi siempre vegetarianas, con la excepción de los mariscos (muchas veces de lata) que acompañan el arroz, las sopas y picadillos tradicionalmente preparados durante todo el mes.
En casa, la Semana Santa es sinónimo de una tacita de arroz con leche acompañada de miel de coco.
Ingredientes (rinde 6-8 porciones):
200 gramos de arroz blanco lavado y escurrido (mientras más lavado esté, menos almidón tendrá y eso hará que el postre quede más sueltito).
1 litro de leche (se puede cortar la leche a la mitad y reemplazar el resto con agua, para que quede más liviano, o hacer una mezcla de leche de vaca y leche de coco).
100 gramos de Zukra crudo.
2 astillas de canela y 10 clavos de olor
Ralladura de limón o naranja
½ cucharadita de cardamomo molido
½ cucharadita de nuez moscada molida
Para servir: podés acompañarlo con alguna fruta fresca de temporada, como mango o melón, o ponerle compota de fruta por encima (fresa, piña o mango son excelentes opciones). En mi casa lo comemos con miel de coco y la verdad es que sabe delicioso.
Lo primero que me gusta hacer es aromatizar la leche con las especias: en una olla mediana colocamos la leche, el Zukra y las especias, y la cocinamos a fuego medio revolviendo de vez en cuando para que el azúcar Zukra se deshaga. Cuando comienza a alcanzar el hervor, se añade el arroz. Bajamos la temperatura y cocinamos a fuego lento durante unos 35-40 minutos, removiendo con frecuencia para que no se pegue en el fondo. Si se te comienza secar muy rápido, se puede agregar más líquido a poquitos para hidratar la mezcla.
Cuando ya lleve una media hora al fuego es momento de comenzar a probar: hay quienes lo prefieren con el grano más “al dente”, pero si te gusta más “guachito” se puede dejar más tiempo. Igual con el líquido: déjalo secar más o menos dependiendo de si lo prefieres seco o aguadito.
(Recordá que esta receta nos la facilitó la chef Adriana Sánchez).
