¡CORRA QUE AHÍ VIENE LA GIGANTA!
En muchos países el mes de octubre es sinónimo de miedo, historias, brujas y trucos o tratos, pero no en Costa Rica.
En tiquicia octubre se celebra diferente. Hay sustos sí, pero inmediatamente acompañados de risas. Hay historias claro, pero son leyendas que pasan de generación en generación. También hay brujas, pero además de personajes de la farándula nacional e internacional, políticos, monstruos, intérpretes del cine y un sin fin de personalidades más. No hay trucos, pero el trato es pasarla bien a las personas y eso siempre se logra con el color, la música de cimarrona y nuestras tradiciones, porque en Costa Rica no hay Halloween, aquí hay fiesta y la llamamos Mascarada nacional.
Te invitamos a tomarte un café con nosotros y uno de los artesanos mascareros más renombrados de la actualidad, Danny Lara, quien nos lleva un poco más profundo al arte y emprendimiento de mantener viva esta tradición todos los 31 de octubre.
¡Comencemos, y si no leés, hay chilillo!
UN CAFÉ ENMASCARADO POR FAVOR
Visitamos a Danny en su taller, Macarada Mascalara en Heredia y tuvimos que soltar nuestra primera pregunta en base a un debate que siempre ha existido, ¿De dónde nació esta tradición en Costa Rica?
“Esto llegó con los españoles a Costa Rica. La tradición empezó en Cartago pues era como la capital del país en ese entonces, cuando encontraron en casas de españoles las máscaras y ahí empezaron a fabricarlas ellos mismos. Luego mediante el alquiler de las mismas, fue como llegaron a Heredia, especialmente al cantón de Barva y ahí poco a poco también empezaron a fabricar las propias.
En Barva se inició con la tradición de la vejiga para golpear a las personas y asustarlas, lo que en otros cantones se conoce como el chilillo”

Danny es un hombre muy apasionado por su profesión por eso, no dudó ni un segundo en contarnos y hasta mostrarnos cómo elabora una de sus máscaras, las cuáles en su mayoría representan sus distintas visiones de lo que vendría siendo un diablo.
“Me apasiona representar al diablo, pues lo veo más como un tema libre, donde puedo usar mi creatividad para crearlo a mi gusto y nadie puede decirme que está mal, pues hasta donde sé, nadie lo ha visto (risas). Además, lo uso como un tema jocoso, para que la gente se burle de él y no le tema, si no que más bien disfruten y rían con mis creaciones”.
Su inspiración viene de la investigación de la cultura mascarera proveniente de Alemania, Colombia, Panamá, Japón, México, Austria, etc, que lo ha llevado a compartir conocimientos con personas de esos países donde ha enseñado y aprendido al mismo tiempo, cosa que pone en practica en sus propias creaciones.
“Mis máscaras también representan distintas estepas de mi vida, como los personajes de caricaturas cuando mis hijos estaban pequeños, o los arlequines y payasos que hago hoy, que van más con mis estudios en cultura italiana”.

CLASES DE MASCARADAS.
Danny tarda más o menos 1 mes con cada una de sus creaciones, dedicándoles al menos 2 o 3 horas al día.
Nos explica que el primer paso para crear su máscara es el modelado, donde tarda 1 semana.
La forma base de la da con un tarro de pintura, pues esto le garantiza que le cabrá en la cabeza a las personas.
El modelado se hace con arcilla y paletas que le facilita detalles como las arrugas y expresiones.
Luego pasamos a cubrir el modelado con fibra de vidrio, donde se tarda de 2 a 3 horas o con yeso, que si tarda 1 semana más, pero le ofrece más posibilidades y variantes para crear una máscara más detallada.
¿CÓMO LE CAMBIA EL SABOR AL MUNDO ESTA TRADICIÓN?
Hoy, la gente busca felicidad en lo material. La mascarada te permite encontrar la felicidad ahí mismo, en media calle. ¡Es una tradición que mezcla música, baile, ejercicio, arte, de todo! Le enseñamos a los jóvenes varias destrezas sin importar la clase social.
“En fin, para mí la mascarada le cambia el sabor al mundo llevando felicidad de la manera más humilde, sana y tradicional a la juventud”.
¿Está desapareciendo esta tradición actualmente?
Al contrario, está teniendo un auge. En muchos cantones del país está tomando mucha fuerza y hasta podría decir que está teniendo un repunte muy artístico, pues la confección de máscaras ha evolucionado y ahora usamos nuevos materiales, técnicas y conocimiento que nos permiten explotar nuestra creatividad.

¿QUÉ OPINÁS DE QUE ZUKRA APOYE ESTA tradición?
Estos esfuerzos que hacen como marca son de aplaudir y valorar, pues están logrando afianzar la identidad del propio país y dan un regalo a nuevas generaciones.
“Hay costumbres como los bueyes y las carretas que ya cuesta ver, los bailes de gala, el palo ensebado… Y eso es algo que no queremos que le pase a la mascarada y Zukra está trabajando en evitar eso y ojalá otros imiten estos esfuerzos”.
SE CIERRA EL CHINAMO.
‘Nos despedimos de Danny no sin antes darnos una vuelta por su taller. Vimos máscaras de todo tipo, desde personajes de Disney, las tradicionales gigantas y hasta otras que no querríamos toparnos en la oscuridad… Sin embargo sí nos las probamos porque, vamos, ¿a quién no le gusta regalar un buen susto a un amigo?
No nos equivocamos en decir que esta es una de las entradas de nuestro blog que más nos ha gustado redactar, por el calor de entrar en las profundidades de una de las tradiciones más arraigadas de nuestra cultura y verla con otros ojos, por eso agradecemos a todos los artesanos como Danny, que le dan su toque y trabajo a nuestro país.
Por último, una frase que nos dejó Danny que vale la pena plasmar aquí:
“Para mi, ser artesano mascarero es una medicina. Me regala el don de la paciencia y yo le regalo mi arte al país”.


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