Como emprendedores constantemente nos estamos enfrentando a retos que tenemos que resolver, así como nuevas ideas que tenemos que generar. Ser creativo es una habilidad no solo útil, sino necesaria para el crecimiento de nuestras empresas.
Pensar creativamente es la habilidad de visualizar nuevas maneras de solucionar algún problema. Básicamente es una habilidad que nos permite ver una situación desde una perspectiva poco usual, uniendo diferentes conceptos para crear una idea novedosa.
Aquí la palabra clave es: habilidad. Podemos desarrollar cualquier habilidad, practicándola, así que podemos practicar ser creativos para generar cada vez mejores ideas para nuestro negocio.
¿Cómo pensar creativamente?
Para pensar creativamente necesitamos 3 cosas:
- Espacios de tranquilidad. Pensemos en momentos del día, en lugares o espacios que nos ayudan a sentirnos cómodos y en paz para realizar prácticas que fortalezcan nuestra mentalidad creativa.
- Equivocarnos. Para pensar creativamente es vital que estemos dispuestos a equivocarnos. Los procesos creativos naturalmente son divergentes al inicio y convergentes al final. Esto quiere decir que las primeras ideas no necesariamente serán buenas, pero buscamos pensar creativamente una y otra vez sin miedo a equivocarnos para llegar a encontrar ideas poderosas. Un proceso divergente es el que nos invita a generar un montón de ideas al inicio y un proceso convergente nos permite enfocarnos en las buenas hacia el final.
- Confianza. Para pensar creativamente necesitamos primero creer que somos capaces de ¡generar ideas geniales!. Tenemos que visualizarnos como personas altamente creativas antes de poder serlo. Eso nos va a motivar a practicar una y otra vez porque justamente visualizamos todas las oportunidades que nuestro pensamiento creativo pueda traernos.
Así se ve un proceso creativo para encontrar soluciones en tu día a día:
Paso 1.
Escribí el problema y dividilo en preguntas por resolver. Muchas veces imaginamos un problema como algo grande y complejo, y dividirlo en preguntas que contengan los diferentes asuntos a resolver, nos permite ubicar mejor nuestra mente para las ideas que tenemos que generar.
Paso 2.
Empezá un proceso divergente para generar ideas, desde estudiar, leer al respecto, conversar con otras personas, hasta algo tan simple como salir a correr para dejar que tu mente libere ideas.
Paso 3.
Recordá siempre tener donde ir anotando las ideas que vas generando y dale tiempo al proceso de generación de ideas. No siempre vas a encontrar soluciones de inmediato. Los procesos creativos al inicio se ven llenos de ideas y anotaciones, y que no estamos en esta fase todavía clasificando, sino solo dejando a nuestra mente crear.
Paso 4.
Una vez que hayás dado tiempo a este proceso inicial, podés empezar a converger. Esto es, sentarte frente a tu computadora o un cuaderno y repasar todas las anotaciones para elegir las ideas que considerés más oportunas.
Paso 5.
Podrías elegir una solución o bien explorar varias. Con explorar me refiero a ponerlas en práctica o analizarlas a mayor profundidad para entender sus ventajas o desventajas.
El proceso de dar espacio a procesos creativos constantes, te ayudará a tener una mejor intuición y un criterio para elegir las mejores ideas.